¿Puede un Indocumentado Acceder a la Vacuna de COVID-19?

La respuesta corta a esta pregunta es sí. Todos los habitantes de los Estados Unidos recibirán la vacuna de COVID-19, sin importar su estatus migratorio, país de origen, ciudadanía o cualquier otro criterio que pudiera parecer ser excluyente.

La administración del presidente, Joe Biden, recalcó la importancia de la vacunación en la respuesta a la pandemia; sin embargo, enfrenta varios desafíos, uno de ellos es la doble desconfianza entre los inmigrantes, que además de los posibles efectos secundarios de la vacuna, también les preocupa que se conviertan en un simple objetivo para las autoridades migratorias.

Es por ello que le recordamos que si usted acude a la aplicación de la vacuna por COVID-19 y esta le es negada o tiene repercusiones por su estado migratorio se estará incurriendo en un delito del cual podremos defenderlo.

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El gobierno de los Estados Unidos anunció que no arrestará rutinariamente a inmigrantes indocumentados en los sitios de vacunación de coronavirus, mientras que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) declaró en un comunicado: «Garantizar que todos los que viven en los Estados Unidos tengan acceso a las vacunas es un imperativo moral y de salud pública». También alienta a todos, independientemente de su estado migratorio, a vacunarse contra el coronavirus si cumplen con las pautas de asignación en su ciudad.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ha anunciado el establecimiento de un centro de vacunación temporal para ayudar a las clínicas y hospitales a administrar las vacunas.

Una política del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. (DHS) prohíbe al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizar arrestos en «lugares sensibles» (incluidos hospitales, clínicas de salud y consultorios médicos), excepto en «circunstancias especiales».

El comunicado dijo que los sitios de vacunación son considerados «lugares sensibles», por lo que no están dentro del alcance de las medidas que prohíben la inmigración ilegal.

Los grupos de defensa de la inmigración han expresado su preocupación de que los inmigrantes indocumentados eviten la vacunación por temor a ser detenidos, lo que puede significar que aún representan una amenaza para el resto de la población.

En la actualidad, según datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos ha registrado un total de 26.1 millones de casos de coronavirus y más de 440,000 muertes, que sigue siendo el país con mayor tasa de incidencia del mundo.

Solo en enero, murieron 90,000 personas, un número récord de muertes en un mes desde que comenzó la pandemia.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) declaró que «no realizan operaciones de inmigración donde se usan vacunas», lo cual es parte de la identificación de ubicaciones sensibles de la agencia.

Según datos oficiales, una gran cantidad de inmigrantes indocumentados viven en las comunidades más afectadas por el virus. Sin embargo, el miedo al que se refiere el padre Arias puede impedir que estas personas decidan vacunarse, lo que puede afectar negativamente los objetivos de la campaña de vacunación del presidente Biden contra el nuevo coronavirus.

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain advirtió que la administración anterior de Donald Trump no desarrolló un plan de distribución de dosis, y que Rochelle Valensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Rochelle Walensky admitió que uno de los El mayor problema que enfrentan ahora es que no pueden estar seguros de «cuántas vacunas» tienen.

Anthony Fauci, epidemiólogo jefe de Estados Unidos, llamó la atención sobre la necesidad de priorizar las comunidades desatendidas al implementar el plan de vacunación del país. Fauci dijo que no querían que la mayoría de las personas que inicialmente recibieron la vacuna fueran «blancos de clase media».

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